martes, 8 de marzo de 2011

Rubalcaba/Fouché, el derecho a la intimidad y la doble vara de medir.


      Llama la atención la orden "manu militaria" dada por la Gerencia del Hospital Gregorio Marañón, en lo relativo a desvelar detalles sobre la dolecia que padece el Vicepresidente Primero del Gobierno, Alfredo Pérez Rubalcaba (Leer más).

Y digo esto porque este señor nos tiene más que acostumbrados a airear y ventilar bien todas las intervenciones de la polícía a sus órdenes y a través de los medios de comunicación, "convenientemente convocados", para aplicarle a los supuestos "reos", objeto de sus maquinaciones, aquello que la diputada por el Partido Popular, Soraya Saénz de Santamaría, diera muy acertadamente en llamar "Pena de Telediario".

Recuerdo, sin ir más lejos, la zapatiesta que se montó el 9 de mayo de 2006, indigna fecha en la que tuvo lugar la más indigna actuación saqueadora y expoliadora de un Gobierno de España: la puesta en marcha de la tristemente famosa "Operación Atrio".

Allí, frente a las sedes de ambas compañías, estaban los medios de comunicación y las cámaras de Tele5, apostados desde primeras horas de la mañana,  a pesar de estar decretado el secreto sumarial. Y allí estaban algunos policías, enviados directamente por el Ministerio del Interior, lanzando mensajitos a la prensa a través del micro que llevan en el hombro izquierdo, que luego han resultado ser completamente falsos. Allí no hubo órdenes de mantener la boca cerrada, sino de todo lo contrario.

¡¡Ruido, haced ruido, y mucho!! debieron decirle a todas sus terminales mediáticas.Ya se sabe: "nos interesa la crispación", Zapatero, dixit.

Y resulta que ahora, cuando el super-mega-ministro se pone enfermo, se amenaza con cortar el gaznate (o ponerles de patitas en la calle, que es lo mismo), a quienes osen filtrar información al respecto.¡¡Valiente hipocresía!!

Pues mire usted, señor Fouché, a mí, los detalles de su enfermedad y lo que le adolece me importa menos que un rábano. A mi, lo que de verdad me interesa, es su desenlace; saber que sus achaques se resuelven, cuanto antes,  tal y como usted se merece.

NOTA: ¡¡Qué diferencia con Doña Esperanza Aguirre y la manera valiente, franca, directa y sin tantas pamplinas ni secretismo, con que ella ha manejado su problema !!

2 comentarios:

  1. LASTIMA..... UN COLICO MISERERE.

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  2. Querida Mila: Mi marido fue al G.M. a visitar a un amigo y tuvo que mostrar su DNI, además, usó las escaleras porque el ascensor que tomaba para subir a la planta donde se encuentra el compañero estaba “reservado”. Me cuenta que nunca vio a tanta gente con mascarillas puestas. ¿Sería para evitar contagios por tanta maldad? ¿La mala leche se pega? ¿Fumigarán la UCI cuando lo expulsen? Ha sido ingresarlo en el hospital y ponerse a llover.

    Y el sinvergüenza del Director, amenazando con mandar al paro a quien “largue” más de la cuenta. Solo faltan en las plantas del G.M. las cámaras y micrófonos de A-3 y TV-5. Las malas – o buenas -, lenguas comentan que le salieron dos forúnculos culeros en las rijas de los lagrimales y que tiene golondrinos. Otros suponen que se le cagó encima un faisán, pero lo cierto es que levanta pasiones encontradas. Unos lo miman para seguir echándole culpas y otros se juegan una porra haciendo pronósticos sobre el color del veneno que corre por sus venas. Lo de tarántula, alacrán, víbora o cobra cascabelera, también copan las apuestas en las salas de espera.

    Dime, Mila si tendremos suerte y la maldad dejará hueco a la idiotez en el Congreso. Yo es que estoy que no quepo en mí. ¿Será verdad que esto va a cambiar? Un beso.

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