lunes, 18 de abril de 2011

"El Saqueo de Afinsa" - La verdadera historia de una intervención.


Capítulo III
EL VALOR DE AFINSA

La Historia y la Literatura, están llenas de ejemplos. Para que exista un saqueo tiene que existir, igualmente, un expolio: el llamado “botín del vencedor”. Algo que el saqueador desee poseer ardientemente, bien porque el objeto de su deseo tenga para él un gran valor, bien porque lo que el predador externo realmente ansíe sea ocupar el espacio fértil —ahora vacío— que ha dejado su víctima; tomar el control del nuevo orden generado, una vez se haya consumado el expolio, y hacerse con todos los beneficios colaterales que, indefectiblemente, dejará tras de sí el saqueo.



Después, y si ello le conviene, el salteador cubrirá con un barniz su acción depredadora. En ocasiones, ese barniz será de carácter filan­trópico: se roba a los ricos para dárselo a los pobres, se expropian las tierras para dárselas a los campesinos, etc. ; pero éstas serán las menos. Lo normal es que, contando con la ayuda de los gobernantes de turno, el expoliador desarrolle un área nueva de riqueza que supla la que él ha esquilmado.

La fórmula resultante pronto dará paso a nuevas y lucrativas áreas de negocio que harán olvidar quiénes fueron sus víctimas, qué fue lo que les imposibilitó actuar para evitar el expolio, la vejación y el ultraje al que fueron sometidas por el ladrón y —por encima de todo— cuál fue la naturaleza del acto de rapiña primigenio que ha devengado, con el tiempo, tan provechosos resultados.

Siguiendo esta línea argumental, si tomamos como premisa que todo saqueo es en sí mismo una historia que guarda relación con algo de un determinado valor que ha sido esquilmado, o expoliado, la pregunta surge inevitable: ¿Cuál era el valor real de Afinsa?
  
Comencemos por el principio. La lectura de lo que sigue proporciona una amplia visión del tamaño de la empresa intervenida. Ello justifica, en mi opinión, la extensión del capítulo. El lector, naturalmente, puede optar por prescindir de su lectura o, por el contrario, sumergirse —y de lleno— en sus páginas. Le sugiero lo segundo en la seguridad de que hacerlo así le proporcionará una idea bastante precisa de la enorme pérdida que, en términos de creación de empleo y generación de rique­za, ha supuesto la intervención y destrucción de este imponente grupo empresarial.

Una mirada detallada a la trayectoria de la compañía resultará de gran ayuda para comprender qué exactamente querían conseguir quie­nes urdieron su saqueo. Permitirá, además, evaluar si verdaderamente nos encontramos —tal y como nos quieren hacer creer— ante las bur­das actuaciones de una pandilla de estafadores o si, por el contrario, tenemos ante nosotros la “radiografía” de un holding cuyo impresio­nante recorrido nada tiene que ver con la historia que los saqueadores han pretendido hacernos creer.

El detalle de lo que sigue a continuación produce vértigo. A la luz de los fríos datos objetivos, uno se pregunta: ¿cómo se ha podido destruir semejante compañía mediante acusaciones que, más de cuatro años después de la intervención, no han sido probadas? Comencemos.

La empresa se funda en octubre de 1980 y, por lo tanto, aquel día 9 de mayo de 2006 la trayectoria de Afinsa contaba ya con más de un cuarto de siglo de existencia. El nombre inicial, Ahorro Filatélico Internacional, que posteriormente daría paso al de Afinsa Bienes Tan­gibles, S.A., se ajustaba fielmente al que sería, como misión, el objeto social de la compañía: “Conformar una actividad empresarial consolidada a nivel internacional, especializada en la compra y venta de bienes tangibles de colección, en la comercializa­ción de Sistemas de Inversión basándose en estos bienes y en la dirección de empresas y negocios afines”.

La sociedad cumple, desde el momento mismo de su constitución, con todas las exigencias de la legalidad vigente, lo cual no deja de resultar una obviedad, porque de otro modo no habría podido desarrollar su actividad. Por exigencias del tipo de negocio en que estaba encuadrada, dedica los primeros años de su existencia a formar y consolidar una red comercial.

Además de ser socio fundador y miembro del Consejo de Admi­nistración de UNESFIL (Unión Española de Compañías de Inversión Filatélica y Numismática), asociación creada para la protección del in­versor en filatelia y numismática bajo sugerencia del propio Ministerio de Economía y Comercio, desde sus comienzos, y de forma continuada, pertenece a prestigiosas asociaciones nacionales e internacionales de empresarios filatélicos del más alto nivel, destacando de entre todas ellas las siguientes: IFSDA (International Federation of Stamp Dea­lers Associations), máximo órgano regulador del sector a nivel inter­nacional; ASCAT (Asociación de Editores de Catálogos de Sellos), IA (Asociación Internacional de Salas de Subastas), ASECI (Asociación de Empresarios de Coleccionismo e Inversión), ASDA (Asociación Ameri­cana de Comerciantes de Filatelia), PTS (Asociación de Comerciantes Filatélicos), APHU (Asociación de Comerciantes de Filatelia de Ale­mania) y ACOFIL (Asociación de Comerciantes de Portugal). También pertenece a ANFIL, asociación española que, tal y como veremos más adelante, jugará su papel en la maraña que envuelve a la intervención.

Por otra parte, con el rango de colaborador estratégico de UPU (Unión Postal Universal), FIP (Federación Internacional de Filatelia) y WADP (Asociación Mundial para el Desarrollo de la Filatelia), en esos primeros años Afinsa promueve la implantación en el sector filatélico español del Decálogo de Ética Filatélica, auténtico código de conducta empresarial de obligado cumplimiento para todo aquel que estuviese adherido a los referidos organismos internacionales.

En 1981 inicia su andadura como organizadora de subastas, ac­tividad que desempeña de forma recurrente hasta el día de la inter­vención; fecha en la que cuenta en su haber con más de 500 subastas realizadas. Desde el momento en que se pone en marcha esta actividad, y en adelante, se darán cita en los exclusivos eventos organizados por Afinsa quienes mejor conocen el valor de la inversión relacionada con los coleccionables: expertos compradores nacionales e internacionales.

Durante ese primer periodo, Afinsa comienza a editar revistas y catálogos filatélicos que se convierten en referencia para coleccionis­tas e inversores de España y Portugal. Esas actividades le valen, entre  otros, el Premio Internacional de la Asociación para el Estudio Inter­nacional del Consumo (AIEPEC), que distingue a aquellas empresas acreedoras del reconocimiento público por la calidad de sus productos o servicios.
Entre otros importantes galardones, consigue el sueño de cualquier editor: el premio otorgado por el Ministerio de Cultura al Libro Mejor Editado por el facsímil de Ars Magna, de Raimundo Lulio. Con tan sólo cinco años de existencia, Afinsa ya es acreedora del reconocimien­to que le es reservado a aquellas empresas consideradas relevantes en el ámbito del coleccionismo filatélico.

A partir de 1985, y hasta 1990, Afinsa inaugura sedes en Portugal y en distintas provincias de España. En 1985 crea su división de Arte y Antigüedades, con galerías de arte contemporáneo ubicadas en el dis­trito del arte de Madrid y tiendas de antigüedades en el llamado Centro de Antigüedades Puerta de Toledo. Desde ese momento, es invitada a participar en las más importantes ferias del sector. Como un nuevo servicio a sus clientes y a todo el sector del arte, crea la revista Galería Antiqvaria, que se convierte en todo un referente para el mercado de arte y antigüedades. En 1988 recibe el Premio Alpha por su labor co­mercial, y un año después, es nombrada Mejor Empresa del Año. En 1989 Albertino de Figueiredo, entonces Presidente de Afinsa, recibe el galardón al Dirigente del Año.

Durante todo este tiempo, su actividad comercial y su presencia en el exterior, con asistencia a numerosos congresos y eventos internacio­nales, adquieren cada vez mayor relevancia, destacando como hecho significativo su presencia en la Exposición Mundial de Filatelia PHI­LEXFRANCE 89, en París, y en la Feria Internacional de Bruselas.

Cumplidos sus primeros diez años de vida, Afinsa está definitivamen­te consolidada como un caso ejemplar de servicio de calidad y riguroso cumplimiento, cuya labor es reconocida por clientes y competidores.

Dentro de las acciones altruistas y de servicio a la comunidad, en 1990, y a beneficio de la Asociación de Víctimas del Terrorismo, Afinsa se hace cargo de la organización y el patrocinio de la subasta “Contra el Horror, Cultura”, un evento filantrópico y solidario que nos aleja mucho de la imagen que reflejaría una empresa que quisiera estafar a sus clientes. En ésta, como en tantas otras iniciativas socio-culturales, Afinsa, lejos de apropiarse de lo ajeno, hace aportaciones muy impor­tantes para aquellos que lo necesitan.

Esa misma subasta se repite en 1992. El nombre reafirma los valores de Afinsa. Es muy parecido al anterior: “Cultura Contra el Horror”. Gracias a las piezas donadas por la propia Afinsa y a las obras aporta­das por diversos artistas, la cifra de recaudación alcanzada supera los seis millones de pesetas.

Las actividades iniciadas en años anteriores continúan desarrollándo­se ahora a buen ritmo. Su asistencia a ferias y congresos de coleccionis­mo y filatelia nacionales e internacionales es constante; está presente en prácticamente todas las programadas en el calendario nacional y en las más significativas del internacional, a las que acude con un stand insti­tucional y varios comerciales para sus diferentes unidades de negocio. Por su importancia, destacamos de estas últimas las siguientes: World Stamp London 90, Iberoamericana 90, Feria Internacional del Sello de Essen, World Stamp Exhibition Philanippon (Tokio), Expamer 91 (Bue­nos Aires), Philaiberia 91 (Portugal), Exposición Mundial de Filatelia 92 (Granada), Exposición Mundial de Filatelia Temática (Génova), Stam­pex 96 (Londres), Basilea 96, Pacific 97 (San Francisco) y Exposición Filatélica Internacional Portugal 98, entre otras muchas más.

De igual manera, el área de Arte impulsada por Afinsa vive un gran desarrollo; significativos artistas de vanguardia exponen en sus gale­rías de arte (Olitsky, Kenneth, Noland, Larry Poons, William de Ko­oning, Meter Philips, E. Arroyo, A. Alfaro, E. Úrculo, Demis Hooper, Kiki Smith.) y están igualmente presentes en las principales ferias de arte contemporáneo del mundo (Arco, Basilea, Miami, Caracas, Los Ángeles, etc…). A todo ello se suma la creación de la primera galería de arte española por Internet, Mercart (Mercado Continuo de Arte), elegida como una de las cien mejores ideas empresariales de 1994 por la revista Actualidad Económica.

La edición de catálogos y revistas especializadas crece en paralelo a la expansión comercial de la compañía y Afinsa se convierte en la primera editorial española especializada en coleccionismo. Ese mismo año, par­ticipa como miembro de pleno derecho en la reunión de la Asociación Internacional de Editores de Catálogos y Publicaciones Filatélicas. Esta acotación es importante, porque no es éste un dato que deba pasar in­advertido, en absoluto. Los catálogos son utilizados para cuantificar, de la manera más precisa, el valor real de una pieza filatélica, y son revi­sados minuciosamente por coleccionistas y editores del mundo entero. Reunirse con los mayores expertos filatélicos aportando sus propios catálogos implica necesariamente estar en posesión de importantes co­nocimientos y experiencia que, además, se desea compartir. No parece que estos encuentros quisieran llevarse a cabo, de manera voluntaria, por quien tiene algo que ocultar.


Es más, al lector tal vez le interesará saber que los catálogos de Afin­sa han sido reiterada y ampliamente utilizados como referencia en la valoración de filatelia en todo el mundo. Tanto es así que, a raíz de la intervención, quienes ahora administran la compañía por orden del juez, se han visto obligados a continuar editándolos, aunque no para su distribución en España. Por increíble que pueda parecer, los mismos catálogos que han quedado invalidados en nuestro país porque no se les otorga credibilidad ni valor alguno, están siendo publica­dos en Portugal por exigencias y demandas de los propios co­leccionistas portugueses.

En 1995, recopilando 1.400 sellos que abarcan el periodo compren­dido entre 1859 y 1960, Afinsa edita el primer Catálogo Audiovisual de Sellos de España, una labor nunca antes emprendida por ninguna empresa del sector. El Ministerio de Obras Públicas, Transporte y Me­dio Ambiente, ámbito gubernamental del que en esa época dependían las emisiones filatélicas, encarga a Afinsa la producción y edición de un catálogo digital sobre la primera edición de Obras Maestras de la Filatelia.

En ese mismo año de 1995, Afinsa funda en España la casa de subastas Finarte-España en sociedad con la primera firma de subastas de arte en Italia, Finarte Casa D’Arte Spa, y una de las diez primeras empresas del mundo en esta especialidad.

De entre las decenas de importantes subastas filatélicas realizadas durante estos años, conviene citar, por su importancia, las siguientes:


  • Subasta de la colección de filatelia portuguesa Angelo Lima, cele­brada el 1 de noviembre de 1995 en el Hotel Palace de Madrid. Bate tres records históricos: mayor montante total jamás alcanzado en una subasta filatélica (226 millones de pesetas), mayor precio ob­tenido en la historia por un sello portugués (30 millones de pese­tas), y mayor precio pagado por un sello en la Península Ibérica.
  •  Subasta de la colección Primer Sello Postal Español, realizada el 4 de noviembre de 1997. Salen a la venta 298 lotes de sellos y cartas con el primer sello emitido en España: el “seis cuartos negro” de Isabel II, de 1850. Las estimaciones iniciales de remates, 150 mi­llones de pesetas, se ven ampliamente superadas por la realidad. El total de los mismos alcanza la cantidad de 245 millones de pesetas, cifra record en España en subastas de filatelia.
  • Subasta de la colección Antonio Felino, realizada el 12 de sep­tiembre de 1998 en el Centro Cultural de la ciudad portuguesa de Belem, y dentro de las actividades organizadas por Afinsa en su participación en la Exposición Internacional de Filatelia, Por­tugal 98. Se venden 414 lotes de los mejores sellos clásicos de Portugal, y los remates supera la cifra de 143 millones de pesetas.
  • Colección Joyas de la Filatelia Española, subastada el 17 de no­viembre de 1998, en el Hotel Palace de Madrid. Se venden 257 lotes filatélicos, certificados y autentificados por los mejores ex­pertos internacionales, por más de 180 millones de pesetas.
  • Colección Piezas Maestras de la Filatelia Francesa, celebrada el 21 de noviembre de 1998 en el Hotel Four Seasons, de Nueva York, donde se rematan 337 lotes de lo más selecto de la filatelia fran­cesa del periodo 1849/1878.
  • Subasta de la colección de sellos clásicos de Ecuador formada por el ilustre coleccionista D. Enrique Martín de Bustamante. Se registran numerosos remates millonarios, como el del "cuatro reales rojo", de Ecuador, que se vendió por más de 14 millones de pesetas.

El Grupo De Rosa Internacional se integra en Afinsa en 1997. Con este acuerdo, Afinsa Bienes Tangibles, S.A. se convierte en la empresa filatélica más importante del mundo, hecho éste que queda ratificado tras su ingreso en el exclusivo The Collector Club, de Nueva York, al que han pertenecido los coleccionistas filatélicos más importantes du­rante sus más de 100 años de existencia.

El prestigio de Afinsa ya es todo un referente para el gran coleccio­nista internacional, y más cuando, a partir de ese año, crea su propio dominio en Internet, convirtiéndose desde el primer momento en uno de los más importantes servidores de información y venta de productos y servicios relacionados con el coleccionismo en habla hispana.

En el mismo año de 1977, Afinsa entra en el primer mercado mun­dial de los coleccionables con la compra de un paquete accionarial de la firma norteamericana Greg Manning Auction Inc., primer grupo de empresas del sector filatélico y numismático en EEUU, con cotización en el índice bursátil Nasdaq.

En 1998, Afinsa ya es reconocida como una de las 50 empresas eu­ropeas más valoradas por crecimiento y creación de empleo de los úl­timos cinco años, según acredita el certificado Europe´s 500, emitido por GrowthPlus, asociación europea que promueve y premia la inicia­tiva emprendedora en los países de la Unión Europea. Sólo 34 compa­ñías españolas habían recibido hasta ese momento tal galardón.

En ese mismo año, se firma un acuerdo con el DG Bank Luxembourg para la comercialización de un fondo internacional de arte, en cuyo di­seño y creación había participado la propia empresa. A resultas de esa colaboración, el citado banco ofrece a Afinsa ser su representante en España. En atención a esta invitación, y por el carácter especialmente innovador de las propuestas del DG Bank, Afinsa solicita oficial y formalmente ante la CNMV la concesión de una licencia para operar como intermediario financiero.

El expediente se inicia con toda normalidad, cumpliendo todos los requerimientos, tanto de organización técnica y profesional para la dirección del negocio, como de depósitos dinerarios, exigidos al caso. Más adelante, y en curso de esta solicitud, la CNMV no autoriza a DG Bank la comercialización en España de sus fondos de inversión en arte. A resultas de ello, y puesto que Afinsa no tenía ningún interés en el sis­tema financiero tradicional, solicita la interrupción y suspensión de su solicitud para operar en el mismo. Dicha suspensión fue concedida en atención a las razones presentadas.

Bueno es recordar este caso, que habla por sí solo de que Afin­sa nunca operó como entidad financiera, de que cuando lo pre­tendió lo hizo para comercializar operaciones completamente diferentes a las propias y que, además, mantuvo plenamente in­formado al organismo competente de sus intenciones, sometién­dose, como es lógico, a sus directrices y requisitos.

En el terreno de las actuaciones sociales de Afinsa, quisiera destacar, entre las muchas realizadas en esta década, las importantes daciones hechas al Estado de piezas de gran relevancia del patrimonio histórico artístico español: dos impresionantes tablas del retablo El martirio de San Lorenzo, del maestro de Budapest; el óleo sobre tabla Santiago Peregrino, de Juan de Flandes; y La Piedad, de Berruguete.

Por su importancia, destacar, asimismo, los patrocinios que la em­presa realiza a dos importantes eventos organizados por el Ministerio de Cultura de España. Se trata de la exposición Marfiles y Esmaltes Me­dievales y Renacentistas en España, realizada con motivo de la entrega por parte de SM el Rey de España, D. Juan Carlos I, del Premio Carlo Magno, y la no menos importante exposición Los Griegos en España; tras la huella de Heracles, realizada por el Gobierno español con moti­vo de la visita de los Reyes a Grecia.

En este mismo epígrafe cabría citar la creación, en 1999, de la Fun­dación que lleva el nombre del Presidente fundador de Afinsa, D. Al­bertino de Figueiredo. Afinsa creó esta fundación con el fin primordial de promocionar y potenciar la filatelia como una de las más completas manifestaciones del arte y la cultura universal. A través de ella, se ha dado cobertura a multitud de iniciativas a favor del filatelismo: se han patrocinado exposiciones, publicado libros, organizado cursos y semi­narios, etc… Asimismo, la fundación ha colaborado con los máximos organismos postales y del coleccionismo internacional.

Para la consecución de sus fines sociales, Afinsa adquiere, para dicha fundación, la llamada Biblioteca Pedro Monge, el conjunto más im­portante de bibliografía de filatelia española a escala mundial. A esta adquisición se añade inmediatamente la de otra importante biblioteca, centrada en el sello portugués.

Llegamos al año 2000. Se cumplen 20 años de la fundación de la compañía. La presencia de Afinsa en todas las ferias internacionales de los sectores de filatelia y arte sigue una progresión espectacular. Su actividad como empresa editora de revistas y catálogos es incesante, al igual que la organización de subastas. Su red comercial crece y se afianza, y decenas de miles de clientes satisfechos invierten en filatelia de inversión a través de los programas de Afinsa. En ese mismo año, Afinsa refuerza su presencia en los mercados de China, ampliando su participación accionarial en GMAI-Asia hasta el 25%. Por otro lado, todos los negocios que tienen que ver con Internet y las ventas por su­basta se agrupan dentro de una nueva empresa, Auctentia, que les dota de una dirección experta y homogénea.

La labor filantrópica de la empresa aumenta al mismo ritmo que su cartera de clientes. Destaca en este apartado la firma de un convenio de colaboración con la ONCE para la integración laboral de discapacita­dos y los acuerdos de colaboración con el Ministerio de Cultura, que la llevan a ser uno de los principales patrocinadores del Museo Nacional de Artes Decorativas.

En ese mismo año, Afinsa celebra su vigésimo aniversario con un gran encuentro social en el Teatro Real de Madrid al que acuden autoridades y personalidades, nacionales e internacionales, de la política, la cultura y la economía, y entre los que se encuentra D. Juan Antonio Samaranch, primer socio de la Fundación Albertino de Figueiredo, en posesión de la mejor colección filatélica del mundo de temática olímpica. En la actuali­dad, dicha colección está cedida al Museo Olímpico de Laussane (Suiza).

Entre los actos que han sido programados para el evento, se realiza una de las mejores subastas filatélicas habidas en nuestro país, en la que se vende la colección 20 Aniversario.


Albertino de Figueiredo, Presidente de Afinsa, es galardonado con la Medalla de Oro al Mérito Filatélico de Galicia. La Fundación Pedro Ferrándiz le otorga la máxima distinción por su apoyo constante al de­porte, y la Escuela Superior de Gestión Comercial y Marketing (ESIC) le concede el Premio Aster como reconocimiento a su trayectoria pro­fesional. Al mismo tiempo, es nombrado miembro de la Red de Con­sejeros para la Internacionalización de la Economía Portuguesa por el Gobierno portugués. Cuatro importantes reconocimientos que son recibidos, uno tras otro, por el Presidente de Afinsa en un mismo año que no habría de finalizar sin que la empresa recibiese otro importante galardón: el Máster de Oro que concede el Fórum de Alta Direc­ción y que recibe el Vicepresidente de la empresa, D. Juan An­tonio Cano, de la mano de la entonces Presidenta del Senado, Doña Esperanza Aguirre.

En 2001, Kohler, la más antigua y reconocida empresa de subastas alemana, se integra en el grupo a través de Auctentia, una de las filiales de Afinsa. En 2002, ocurre lo mismo con la que es la más prestigiosa firma de subastas filatélica internacional, la suiza Corinphila.


Entramos ya en la segunda etapa, que abarca desde la adquisi­ción de la participación mayoritaria en el grupo Greg Manning Auc­tions, Inc (sep. 2003), hasta la intervención judicial de Afinsa.

Lo que viene a continuación es la síntesis de la situación en la que se encontraba Afinsa en esta etapa. Fue desarrollada por Juan Antonio Cano, para su inclusión en el convenio an­ticipado que realizó la empresa en noviembre de 2006. Por su evidente interés, paso a transcribirla, textualmente. (Continuará).

(Texto incorporado a la entrada "El Saqueo de Afinsa - Libro") (Enlace)

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