Palabras pronunciadas el pasado día 5 de febrero, en el acto de lanzamiento de "Regeneración", al que fuimos invitados a participar.

      Han sido muchos los compañeros que me han enviado correos electrónicos pidiendo hacer públicas las palabras que pronuncié el pasado sábado, día 5 de febrero, ante las personas que habían sido convocadas en el Palacio de Congresos y Exposiciones de Madrid, con motivo del lanzamiento de un nuevo partido: Regeneración.

Accediendo a su petición, aquí están. Desde aquí, mis mejores deseos para todos ellos. Les deseo muchísima suerte en su empeño.

Buenas tardes a todos. 

Quisiera, en primer lugar, en nombre de los perjudicados por la intervención de Afinsa y Fórum Filatélico, y también de nuestros amigos de Arte y Naturaleza, agradecer a Enrique de Diego, a Carmen Klecker y a todos aquellos que componen la Dirección del Partido Regeneración, el habernos invitado a participar en esta Jornada tan especial.

Lo cierto es que no hay muchas ocasiones en que se nos haga llegar una invitación para asistir a un acto público porque, hablemos claros, gran parte de la sociedad nos rechaza. 

Hemos resultado ser las cobayas perfectas del gobierno socialista, a la hora de poner en marcha experimentos en los que son ellos quienes danimpulso a la trituradora para destruir a un colectivo de la sociedad civil, dejando que sea después la propia sociedad civil la que, con sus burlas hirientes, su desprecio y sus acusaciones, sea la encargada de rematar la faena.

Por eso es muy de agradecer que Enrique de Diego se haya saltado el particular cordón sanitario impuesto por los medios de comunicación, y nos haya invitado a estar hoy aquí.

Recuerdo su primer contacto con los afectados de Afinsa y Forum, Fue un martes, de esos muchos martes, en los que nos manifestamos frente a la sede del PSOE en Ferraz, desde el nueve de mayo de 2006, fecha en la que se intervinieron las compañías.

Paradojas de la vida, amigos, otro nueve de mayo, esta vez del 2010, no éramos nosotros, sino España entera la que era intervenida por las autoridades del Consejo de Asuntos Económicos y Financieros de la Unión Europea. Extrañas coincidencias tiene el destino, ¿verdad?

Aquel martes de Ferraz al que me estoy refiriendo, una joven periodista nos entrevistó previamente y a la hora convenida Enrique contactó con nosotros con una llamada telefónica desde su programa A Fondo.

Nunca supiste Enrique lo que aquello significó para nosotros, ignorados y silenciados por los medios. Alguien, por fin, se acercaba al colectivo para entrevistarnos. Fue muy importante para todos y por ello quiero decirte públicamente: gracias.

A partir de ese momento, los contactos han sido más frecuentes, y nuestra voz desde tus programas de radio ha tenido mayor resonancia. Se ha sabido más sobre nuestra condición de de expoliados gracias a ti y a Intereconomía.

Tuviste también la gentileza de acompañarme el pasado 28 de octubre,  y pronunciar unas palabras en el acto de presentación de mi libro El Saqueo de Afinsa, en una jornada que resultó ser memorable para mí. De nuevo, querido Enrique, gracias.

Dicho esto, quisiera lanzaros a todos una pregunta: ¿Por qué estamos hoy aquí? Porque hemos sido convocados, o porque realmente queremos estar? 

Todo proyecto que comienza con aspiraciones de éxito, necesita de apoyo, de seguidores, de gente comprometida que comparta la visión, la misión y el espíritu de aquellos que lo ponen en marcha y, por encima de todo, de personas dispuestas a trabajar y luchar por el proyecto que les ha convocado.

Los chinos dicen: El té se enfría cuando el invitado se marcha. O lo que es lo mismo; cuando se apagan las luces y el público desaparece, con él se marchan muchos de esos buenos propósitos que les hicieron acudir al encuentro.

Estoy convencida de que en este caso no será así.

Hoy hemos acudido a este Palacio de Exposiciones y Congresos no solo para acompañar a quienes se han puesto al frente de un partido que se presenta como renovador y regeneracionista.

Nosotros hemos acudido a esta convocatoria para escuchar lo que nos quieren decir y si nos sentimos identificados con su mensaje, votarles en las próximas elecciones municipales del mes de mayo, para la alcaldía de Madrid. Ese debería ser nuestro compromiso al salir de aquí, y esa la ocasión  en que cumpliríamos con él.

Regeneración, que así se llama el partido, es una palabra ciertamente hermosa que ha perdido parte de su brillo como consecuencia del repetido y mal uso que otros muchos  han hecho del término.

Según el diccionario de la Real Academia de la Lengua, significa básicamente la Acción y efecto de regenerar; la reconstrucción que hace un organismo vivo por sí mismo de  partes perdidas o dañadas.

Tomando esa definición como correcta, estaréis de acuerdo conmigo en que ese organismo vivo y dañado que se llama España necesita de una verdadera Regeneración más que nunca.

Queridos amigos, nuestros gobernantes nos engañan. Nos hablan una y otra vez de democracia pero, en realidad, no tenemos democracia porque no existe una verdadera división de poderes. Vosotros, yo misma, y millones de españoles más, sabemos que es más necesario que nunca llevar a cabo una serie de cambios importantes dentro del marco constitucional que nos hemos dado los españoles.

Sabemos que en tanto no se acometan determinadas reformas y mientras no cambie el sistema de bipartidismo y alternancia de poder que les hace a los políticos sentirse fuertes, gracias a ese “ahora quítate tú que me pongo yo”, que practican continuamente, cualquier esfuerzo de la sociedad civil que vaya encaminado a regenerar la salud democrática de nuestro país, cualquier intento de progreso, será abortado de raíz por el gobierno de turno.

Lo están demostrando, continuamente. Fijaos en el gobierno socialista. Ellos no persiguen satisfacer nuestro interés y nuestras necesidades como pueblo. Ellos persiguen satisfacer el suyo propio, como Gobierno y como partido.

El Estado español se ha convertido en un patio de monipodio, en una gran ficción en la que unos pocos están consiguiendo vivir, y vivir muy bien, a costa de unos muchos, es decir: a costa nuestra.

El mayor mérito de esta casta parasitaria que nos desgobierna es la distribución igualitaria de la miseria entre nosotros, los contribuyentes. No sé como hemos podido llegar hasta aquí.

Hemos perdido mucho durante estos últimos años, queridos amigos. Se nos repite una y otra vez que hemos ganando en libertad, y eso es una gran mentira.  Con el afán de poner la igualdad por encima de la libertad, hemos perdido estos dos grandes valores: la libertad y la igualdad.

¿Y qué me decís de las subvenciones? Resulta muy fácil ser progre y guay cuando se está subvencionado de por vida. Resulta muy útil sentirse en deuda con el prójimo cuando se vive a costa de él, y se saldan sus deudas y sus excesos con el dinero de los contribuyentes, es decir: con nuestro dinero, con el vuestro y con el mío.

Desde la clase política para abajo, tenemos toda una pirámide –eso si que es una pirámide, y no lo que dicen que eran Afinsa y Fórum-  un exceso de parásitos y chupópteros viviendo a costa nuestra, del sufrido contribuyente que no podemos seguir tolerando un día más

Ayer, sin ir más lejos, se hacían públicas las cantidades que  los partidos políticos recibirán en el 2011: nada menos que 82 millones de euros. Impresionante.

De manera que mientras se recortan las pensiones, mientras se bajan los salarios de los funcionarios, incluidos los de los policías y militares, mientras millones de españoles están en paro y cada vez son más los que viven en el umbral de la pobreza, los políticos de la casta parasitaria no renuncian a ninguno de sus privilegios. Vergonzoso.

Por eso he escuchado tan atentamente lo que Regeneración tenía que decir y, después de haberlo hecho, voy a darles mi voto y con él una oportunidad de cara a las próximas municipales. Porque, por primera vez hay un partido político que me dice, mira Mila, tu dinero es tuyo, y yo no lo voy a utilizar en mi propio beneficio. No voy a vivir gracias a ti, no te voy a exprimir como contribuyente. Solo aceptaré aquello que mis afiliados estén dispuestos y quieran aportar para la supervivencia y buen funcionamiento del propio partido.

Yo no sé vosotros, amigos míos, pero a mi, eso me gusta. Me suena pero que muy bien.

Pero hay más cosas que me gustan de Regeneración y de las personas que se han puesto al frente del partido. Les conozco, sé quienes son, sé de su ilusión, de su esfuerzo, de su lucha, de su preocupación y su trabajo para cambiar el  estado atrófico en el que se ha instalado la sociedad civil que terminará por llevarnos a la más absoluta de las miserias y a la desaparición de las clases medias como no hagamos algo y lo hagamos pronto.

Y tenemos que hacerlo nosotros. Con nuestra unión y nuestro voto.

Hemos llegado a una situación tal, que este gobierno no puede resolver el problema, porque el verdadero problema es el gobierno. Esto que estamos viviendo no es libertad, amigos. Esto es una tiranía encubierta que cada día nos asfixia un poco más.

En una batalla en la que parecen llevar todas las de ganar, no solo han frenado el motor de la economía, también el de nuestra ilusión, el de nuestra esperanza.

Que se lo pregunten a los casi cinco millones de parados que no ven ninguna salida en su horizonte a corto plazo.

¿A esto le llaman ellos el “estado del bienestar”? Que no anden por ahí diciendo que los españoles les debemos los mayores avances, y los más importantes logros. El estado del bienestar estaba allí antes de que ellos llegaran. La casta parasitaria es la que se lo ha cargado.

En este escenario yo me pregunto si es posible mantenernos optimistas. Creo sinceramente que ahora más que nunca debemos decir que si, que es posible, pero sabiendo que tenemos frente a nosotros un enemigo implacable e inmisericorde al que es preciso derrotar. Y cuanto antes.

Palabras que nos recuerdan derechos esenciales tales como vivienda, alimentos, trabajo, están dejando de ser un derecho de todos para convertirse en el privilegio reservado para unos pocos,

Estas aspiraciones legítimas ya se han convertido en algo inalcanzable para muchos españoles.

Pero hay otras palabras y otras aspiraciones igualmente nobles tales como son el derecho a la vida, a la justicia, a la educación, a la información independiente de los periodistas y los medios de comunicación, a las manifestaciones espontáneas y en libertad, que están siendo literalmente laminadas.

Nos están abrasando con regulaciones, leyes, sanciones, prohibiciones estúpidas que tan solo crean más desempleo, más frustración y más rabia.

Si tal y como dijera el historiador romano Tácito es cierto que cuanto más  corrupto es el estado, mas numerosas son las leyes, el estado actual debe ser el más corrupto de nuestra democracia.

Muchos de nuestros valores y nuestros derechos  están siendo literalmente laminados, destruidos Sinceramente, creo que corremos el riesgo de convertirnos en una sociedad insensata, gobernada por insensatos; en una sociedad en la que no existan ni los legítimos deseos porque hasta eso nos habrán quitado.

Pero, hay solución, queridos amigos. Ha llegado la hora de dejar de lamentarnos. Quienes estamos hoy aquí, y otros más llegarán después, tenemos muy clara una cosa: No queremos esta casta parasitaria. No les necesitamos.  Estamos más que hartos de ellos y vamos a considerar otras alternativas como las que ya mismo nos ofrece Regeneración.

Tal y como están ahora mismo las cosas en España, estos políticos que nos gobiernan van camino de canibalizarnos completamente si no les plantamos cara, les ofrecemos resistencia y nos convertimos en generadores del cambio.

Llevamos años quejándonos y maldiciendo todo lo que hacen pero, de una u otra forma, les hemos permitido que nos gobiernen, y que hayan hecho penetrar hasta la médula misma de la sociedad todos esos tonti-progres y relativistas códigos de comportamiento y de vida que a ellos tanto les convienen implantar en nosotros para mantenernos aborregados..

Pero siempre hay alguien que termina por plantarles cara. En eso, en plantarles cara y en rechazar sus maniobras, Enrique de Diego es todo un referente.  Ahí están sus hechos para demostrarlo; y sus libros, y su Plataforma reivindicativa en nombre de las expoliadas Clases Medias; y aquí está  Regeneración, un nuevo partido impulsado por él que nace de la propia sociedad civil y que con Carmen Klecker a la cabeza, puede llegar a hacerle a la casta un buen roto en el sistema.

No podemos permitir que cunda el pesimismo, porque eso es precisamente lo que ellos quieren que suceda para terminar de doblegarnos, de convertirnos en una sociedad que renuncie a la seguridad, a la prosperidad y al éxito, a cambio de  cualquier tipo de subvención que nos permita malvivir, que nos permita ir tirando.

No queremos seguir con lo anterior. Queremos regenerar ese tejido dañado, con células nuevas.

De continuar con esta situación, llegará el día en que tendremos que preguntarnos: ¿A quién realmente pertenecen nuestras vidas? ¿A nosotros mismos? ¿Al Estado? ¿A los bancos?

Sobre las gracietas que hay que hacerle a la Banca es una de las pocas cosas en las que la partitocracia siempre esta completamente de acuerdo.

Eso es lo que me preocupa. Los grandes acuerdos de los grandes partidos. Sus desavenencias no me importan; viven de ellas, viven de la tensión, de polarizar a la sociedad, pero por ahí siempre podemos encontrar fisuras a través de las cuales podamos hacerles frente la sociedad civil. Lo que nos debe importar realmente es aquello en lo que están de acuerdo y no nos dicen. Porque ese frente oculto a los ojos de la sociedad mediante acuerdos y pactos de silencio es el que no podemos penetrar. No conocemos. Estamos ciegos ante su realidad. Ese es el muro que no podemos derribar.

En esos grandes acuerdos a los que llegan, es donde nos encontramos con que todas sus artimañas, todas sus mentiras y sus mensajes están diseñados para vaciar de contenido nuestras vidas. Y siempre con la ayuda de la banca, el gran benefactor que es quién les subvenciona y paga sus campañas, mientras a nosotros nos expolia. De eso sabemos mucho los perjudicados por la intervención de Afinsa y Fórum. Nos hemos hecho un doctorado, creedme.

Queridos amigos, nunca como ahora debemos asumir la responsabilidad de analizar lo que está sucediendo, de reflexionar sobre las consecuencias del estado al que nos han llevado, y de actuar para evitar que la cosa vaya a peor. Debemos convertir el pensamiento y la ensoñación en acción

A ellos se les llena la boca diciendo que nos escuchan. Yo me pregunto si nos entienden. Nosotros sí les escuchamos, llevamos años haciéndolo y el discurso es siempre el mismo, y cada vez nos gusta menos.

Justicia, independencia, razón riqueza, autoestima…se han convertido en palabras carentes de sentido, en meros deseos que duermen en la mente de muchos españoles. Cambiemos de una vez, por todas, esta situación.  Aquí estamos unos cuantos porque, tal y como alguien dijera,  lo único que se necesita para que triunfe el mal es que los hombres buenos no hagan nada. Este Salón del palacio de Congresos está lleno de hombres y mujeres buenos.

Comencemos hoy, aquí y desde ahora, a hacer cosas. A generar ese cambio al que todos aspiramos.

Parafraseando la idea fuerza de este joven partido, desde ahora nosotros contamos. E importamos. ¿Por qué? Porque nosotros decidimos.

Contad con mi voto Regeneración. Actuad en mi nombre y representación, y en el nombre de Dios, no me defraudéis. Estoy con vosotros.

 Muchas gracias a todos por vuestra atención.