AUSBANC y la gran fiesta del consumidor, ayer.

 
Día fantástico el de ayer. Maravilloso poder volver a reunirme con compañeros de Afinsa y Fórum. Los aguerridos compañeros de la PB del Norte estuvieron con nosotros. Viajaron desde Bilbao. No menos reivindicativos fueron los entrañables compañeros de la PB de Albacete, que también nos dieron una inmensa alegría con su presencia.

Tendremos que ponernos a pensar de qué manera organizamos estas "quedadas" con más frecuencia, porque es un lujazo estar con los compis.


A todos ellos, se sumaron los compañeros de Ferraz: baco, Adela, Petri, alondra y su marido, ... Hubiese querido dedicarles a todos más tiempo, pero resultó materialmente imposible.

En cuanto al acto, aquí va un enlace para que os déis un paseito por el "universo virtual" de la web de Ausbanc, y podáis acceder directamente en sus diferentes enlaces y apartados.

(Enlace 1)


Por mi parte, os traslado las palabras que tenía preparadas. Debido a la urgencia del tiempo, porque el programa comenzó con retraso, tuve que acortar el mensaje.

Lo reproduzco, al final de este texto,  íntegramente.

Queridos amigos: ante las últimas sentencias favorables del Tribunal Supremo, AUSBANC se ha revuelto como una avispa rabiosa contra "los malos" y están dispuestos a dar la batalla hasta el final. Me consta. Cierto es que no han sacado adelante su RP contra el Estado, pero no es menos cierto que, allí donde hubieren cometido errores, han aprendido de ellos y ahora tienen meridianamente claro hacia donde tienen que dirigir sus pasos. De hecho, ya han empezado a caminar.

Vamos a congratularnos todos de que Luis Pineda haya dado un golpe de timón a la nave. En cualquier caso, justo es reconocer que  ellos siempre defendieron  como nadie,  y desde el principio, la naturaleza mercantil de los contratos y por lo tanto de la actividad de AFINSA (y Fórum), y lo injusto, desproporcionado y brutal de la intervención.

Ayer se nos hizo un hueco en su  "Programa de festejos" y eso es muy de agradecer. Confiemos en que nuestra visibilidad, de cara a los medios y a la opinión pública, por muchas y muy diversas razones, vaya en aumento.

Os deseo a todos un estupendo día,
Mila.

JORNADAS AUSBANC

Buenos días amigos. Muchas gracias a todos vosotros por acudir a este acto patrocinado por Ausbanc; una  gran fiesta que celebra y conmemora el día del consumidor. Nuestro día, porque todos nosotros somos consumidores.

Hace ahora 49 años, el 15 de marzo de 1962, un presidente norteamericano que sería asesinado veinte meses después, presentó un Histórico Proyecto de Ley sobre los Derechos de los Consumidores ante el Congreso  de los EE.UU.

Con un  discurso  vibrante, John Kennedy se dirigió a los congresistas aludiendo a los derechos del consumidor norteamericano como una cuestión de interés nacional.

En un momento de su disertación, presentó lo que se conocería desde entonces como los cuatro derechos  básicos del consumidor:

Primero: El derecho a la seguridad y a la protección  contra la comercialización de los productos que son peligrosos para la salud o la vida.

Segundo: El derecho a decidir libremente sobre aquellos productos y servicios  que le sean ofrecidos al consumidor, a precios competitivos.

Tercero: El derecho a la información  veraz.

Cuarto: El derecho a ser escuchado y a recibir un trato justo en todas sus reivindicaciones, por parte del Gobierno, tanto en la formulación de sus políticas como en aquellas actuaciones que deban dirimirse en  los tribunales administrativos.

Pero eso, queridos amigos,  fue hace mucho tiempo. Y ocurrió en Estados Unidos.

Aquí, en España, hoy en día, la realidad es muy diferente. Tal y como yo lo veo, y lo sufro como consumidora, ninguno de los derechos reivindicados por Kennedy hace 49 años, está siendo respetado.

Aquí, en España, hoy en día, al amparo de lo que llaman  “la protección de los consumidores”, estamos ante la pandilla de gobernantes más intervencionistas  que jamás hayan estado al frente del  Gobierno de España.

Aquí, en nuestro país, y en nuestros días, estamos siendo gobernados por un colectivo de parásitos empeñados en destruir más que en crear; en prohibir más que en incentivar; en cerrar y clausurar empresas más que en dinamizar y potenciar su creación y crecimiento;  en fiscalizar y asfixiar a la ciudadanía con impuestos, más que en liberarnos de todas aquellas cargas que favorezcan la libre circulación de bienes y servicios, a mayor beneficio de quienes siempre tenemos la última palabra: nosotros,los consumidores.

Lo que estos gobernantes social-colectivistas parecen ignorar, es el hecho de que, en una democracia, el sistema de propiedad privada constituye,  sin ninguna duda,  la más importante garantía de libertad.

Con sus leyes y sus actuaciones están laminando el derecho que nos asiste a los ciudadanos para decidir libremente cómo queremos administrar nuestra propiedad.

El ejemplo de lo anterior lo personificamos nosotros, los más de 460.000 consumidores, trabajadores y clientes de dos compañías que fueron clausuradas, hace ya casi cinco años: Afinsa Bienes Tangibles y Fórum Filatélico.

Con esa intervención llevada a efecto por determinados organismos dependientes del Estado, el Gobierno socialista incautó nuestras inversiones, secuestró nuestros derechos y por extensión, los de nuestras familias, pero también los derechos de miles de consumidores potenciales, que hubieran podido elegir un modelo de inversión alternativo a los tradicionales modelos ofrecidos por la todopoderosa Banca

Con esa intervención, un pujante sector de inversión: el de los Bienes Tangibles y de Colección ha quedado destruido por completo.

A la luz de lo que ya sabemos sobre este atropello, tal pareciera que desde el minuto uno, ese y no otro hubiera sido el verdadero propósito de la intervención.

Amigos míos;  a día de hoy  ya ha quedado claro  que la clausura efectiva de estas dos empresas partió de una decisión política  porque en  un impresionante ejercicio de cinismo, ellos mismos lo reconocen y declaran en el documento  “Puntos de Vista” que fue distribuido por la Comisión Ejecutiva Federal del Partido Socialista el 19 de mayo de 2006, tan solo diez días después de haberse llevado a cabo la intervención de las compañías.

En ese documento, y bajo el titulo: LA ESTAFA FILATELICA, reconocen que fue el propio Gobierno Socialista, a través de la Agencia Tributaria, quien instó la intervención de las dos empresas.

Y la sociedad civil ha mordido el anzuelo. Una inmensa mayoría de españoles,  y un número importante de perjudicados, se han dejado engañar por las terminales mediáticas del gobierno y por los mensajes lanzados por las Asociaciones de Consumidores Oficiales, tragándose, hasta la bola, la mentira de la fabricada teoría de la estafa.

 

Cinco años después, el aviso para navegantes enviado a toda la sociedad, ha surtido efecto. Lo que vinieron a decirnos es: ustedes, los consumidores  no son quiénes para decidir libremente en qué invertir, cuándo invertir y cuanto invertir, porque nosotros, el Gobierno, siempre tendremos la última palabra, y esa palabra está incluso por encima de la Legalidad vigente.

Y no estoy exagerando, amigos.

Yo os pregunto: ¿si en lugar de invertir en filatelia hubiésemos invertido en bonos y papel basura, eso que tanto empeño ponen por colocarnos las entidades financieras, ¿se nos habría expoliado?

¿Si hubiésemos seguido las instrucciones del que fuera presidente de la CNMV, Manuel Conthe cuando en Sede Parlamentaria dijo aquello de que: “la presión de la banca ha sido una de las razones para intervenir la compañía AFINSA porque «el ahorro de los españoles donde tiene que estar es en los bancos»”, estaríamos hoy aquí, tal y como estamos, arruinados, gracias al dedazo interventor y autocrático del Gobierno?

Pues a Manuel Conthe, a los miembros del  Gobierno y a toda esta casta parasitaria que mangonea en las instituciones del Estado tenemos que decirle,  alto y claro, para que se enteren de una vez por todas, que nuestro dinero y nuestros ahorros, estarán donde nosotros queramos, donde nos dé la real gana que estén y no donde ellos nos obliguen a colocarlos.

Como consumidores tenemos que unirnos, hacernos fuertes, buscar el amparo de asociaciones independientes que vigilen nuestros derechos frente a todos aquellos desmanes que se cometen, día si, día también, contra el ejercicio de nuestra libertad como usuarios, para comprar y para invertir.

Tal y como dijera el presidente Kennedy, nos asiste el derecho a estar bien informados. Y desde ese derecho, debemos huir  como de la peste, de las  Asociaciones de Consumidores Oficiales y pesebreras, más preocupadas en recibir subvenciones del Gobierno para poder subsistir, que en defendernos; y más interesadas, en algunos casos, en practicar el espionaje y la delación de aquellos que no se sometan a las imposiciones totalitarias de algunas leyes, que en defender a las víctimas de semejantes imposiciones.

Tengamos todos muy claro que cuando en "lo económico" interviene de forma desproporcionada y arbitraria “lo político” para cortar de raíz las prácticas de la libre empresa , favoreciendo con ello los intereses espurios de los más poderosos, tal y como ha ocurrido en nuestro caso, todos, amigo míos, todos,  estamos en riesgo.

Gracias a la iniciativa de AUSBANC, hoy es, para nosotros, un día de reivindicación. Pues bien, en vuestro nombre, y en la defensa de nuestros derechos como consumidores,  yo reivindico, y acuso, al gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero de intervencionismo ilícito y de haber puesto en marcha una  acción el 9 de mayo de 2006, que cinco años después tiene atrapados a más de 460.000 consumidores en un laberinto jurídico del que luchamos desesperadamente por salir.

En la defensa de nuestros derechos como consumidores, yo reivindico y acuso al Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero, de haber creado con sus actuaciones irresponsables una situación infinitamente peor de la que se nos dijo que se pretendía evitar, si las empresas hubiesen continuado funcionando.

En la defensa de nuestros derechos como consumidores, en definitiva, yo reivindico y acuso al Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero, de haber creado un circo mediático con la ayuda de sus terminales afines, de mentirnos, de expoliarnos, de estigmatizarnos y de ridiculizarnos ante el resto de la sociedad española, valiéndose de las artimañas esgrimidas por los medios de comunicación que les son serviles

Dicen, amigos, que el socialismo representa el bien común de una colectividad, de una raza, de una clase y de un Estado. Eso aún está por demostrarse.

Pero, en cualquier caso, ese no sería nunca el socialismo practicado por este Gobierno. Lo que  Zapatero representa es, a lo sumo, la doctrina del amiguismo, de la subvención, del  zapaterismo y un totalitarismo en estado puro.

Con su manera de gobernar, estos arribistas han hecho buena una frase atribuida a Benedicto XVI que dice así: El socialismo, es la filosofía del fracaso, el credo a la ignorancia, y la prédica a la envidia. Su virtud inherente es la distribución igualitaria de la miseria".

Amigos míos: Los mayores atropellos de la historia se han cometido en nombre del altruismo y del  proteccionismo. Nosotros, los consumidores, como colectivo generador de riqueza, no queremos ese altruismo sectario, queremos, simplemente, que se respete lo que es nuestro; no queremos proteccionismo, queremos espacios de libertad para poder elegir; no queremos limosnas ni transitar por los caminos de la mediocridad y del aborregamiento subvencionado de la masa, sino poder caminar por la senda de la individualidad que nos permita decidir, por nosotros mismos, y según nuestro propio criterio.

Todos sabemos que el bien común de una colectividad, de una raza, de una clase social y de un Estado, se ha utilizado demasiadas veces  como justificación de la tiranía que se ha ejercido sobre los ciudadanos. Exactamente eso es lo que está ocurriendo en la actualidad en nuestro país.

Queridos amigos: en España, que lo sepamos, no existe la división de poderes. En términos generales, jueces y fiscales actúan claramente a las órdenes del Gobierno y esto hace que nuestra condición de expoliados se esté prolongando ya durante demasiado tiempo. Cierto es que no todos se comportan de manera viciada,  convendremos en aceptar un par de excepciones, pero ha de saberse, que son precisamente las excepciones las que confirman todas las reglas.

A estas alturas ya sabéis cómo la indigna  “Operación Atrio” tiene enredados a los jueces, a los fiscales y a las diferentes Administraciones Públicas, que  andan entre sí a la greña contradiciéndose y  tratando de llevar cada cual el peso de la razón.

Unos y otros llevan ya casi cinco años mareando la perdiz, sin poner punto final a lo que ha sido, sin lugar a dudas, el mayor acto de terrorismo económico llevado a cabo en nuestra cada vez más débil democracia.

Ante esta vergonzante situación, yo me pregunto: ¿Cuándo se va a hacer justicia con nuestro colectivo de perjudicados?

Amigos: condensar y resumir  la tremenda complejidad jurídica que rodea nuestra situación en tan solo unos minutos, podría parecer una tarea poco menos que imposible, pero no es así.

Para entender el embrollo legal en que el Gobierno y las diferentes administraciones están metidos, basta con que hagamos,  tan solo, dos cosas:

En primer lugar, un breve recorrido de cual era la situación legal de las compañías,  aquél fatídico 9 de mayo.

En segundo lugar,  recordar las últimas y contundentes  sentencias  dictadas por los Tribunales de Justicia.

A 9 de mayo de 2006, que lo sepamos todos, existía una Ley para proteger nuestros derechos como consumidores y, sin embargo, esa ley no impidió las arbitrarias actuaciones de una inspectora de la Agencia Tributaria que se empeñó en calificar la naturaleza mercantil de las actividades de Afinsa y Fórum, como actividades financieras.

A 9 de mayo de 2006 existía una Ley promulgada para proteger nuestros derechos como consumidores y, sin embargo, esa Ley tampoco nos protegió contra la denuncia  de un Gobierno intervencionista e irresponsable, llevada a cabo ante la Fiscalía Anticorrupción, que incorporó en su denuncia una batería de ilícitos penales contra los directivos, dignos de la mejor película de terror.

A 9 de mayo de 2006, claro que sí, existía una Ley promulgada para proteger nuestros derechos como consumidores y, sin embargo, esa Ley tampoco impidió que el  Ministerio del Interior, ordenase una intervención brutal y a todas luces desproporcionada, con la complacencia de los entonces ministros Solbes y Salgado y la aprobación,  cuando no aplausos, de los grandes banqueros que veían, por fin, el espectáculo que se les ofrecía, en vivo y en directo, de la muerte de las filatélicas.

Sin embargo, a día de hoy,  nos encontramos con que todas aquellas acusaciones, todo su despliegue policial y toda la farsa que montaron, se les ha escapado de las manos; todo, absolutamente todo, se está diluyendo como azucarillo en agua

¿Y por qué?  

Muy sencillo: Según dos sentencias dictadas por el Tribunal Supremo el pasado mes de Diciembre, la actividad de las filatélicas en la fecha de la intervención era mercantil, no financiera y, por lo tanto, si nos atenemos a estos criterios, ninguna de las dos empresas estaba en situación de déficit patrimonial, ni eran insolventes, ni debieron haber sido intervenidas. 

Con estas dos sentencias del Alto Tribunal, se ha asestado un golpe de muerte a la intervención del Gobierno, y lo que es aún más grave, se han puesto de manifiesto las enormes contradicciones que existen entre los distintos órdenes jurisdiccionales.

Amigos, todos: a la luz de estas sentencias, resulta evidente que nuestros derechos como consumidores han sido vulnerados. Y  por una doble vía; por  un lado nos han expoliado el dinero invertido y por otro, el bien tangible y producto de nuestra inversión, cual es la filatelia.

En este drama que nos ha tocado vivir, alguien tendría que decirles a sus señorías que se pongan de acuerdo; que se coordinen y actúen conforme a derecho de una vez por todas.

 

Pero por si nadie se lo dice, seamos nosotros, los expoliados, quienes hagamos llegar ese mensaje a los jueces, a los fiscales, al Gobierno y a las diferentes Administraciones Públicas. Hagámoslo desde esta Tribuna y digámoslo alto y claro, con la esperanza de que lo escuchen y lo entiendan:

En la lucha contra nuestro expolio, que lo sepáis, ¡¡vamos a llegar hasta el final!!.

En la lucha contra nuestro expolio, debéis saber que no estamos solos: nos acompaña AUSBANC con la fuerza de su cuerpo jurídico y nos acompaña también el Gabinete Jurídico del Sindicato Manos Limpias, de impecable trayectoria, con su independencia y  con su propia fuerza.

Uno y otros ya han emprendido acciones que van encaminadas a poner punto final, de una vez por todas, a esta terrible injusticia y confiamos en que otros despachos de abogados actúen igualmente en la defensa de los derechos de sus representados. .

En la lucha contra nuestro expolio, y más que hartos  de la indefensión jurídica a la que nos ha conducido la justicia española, miles de clientes de Afinsa, hemos elevado nuestro caso ante  las Autoridades de Bruselas, al amparo del artículo 194 del Tratado de la Unión Europea y el Parlamento Europeo ha aceptado nuestro derecho de petición de  apertura de una Comisión de Investigación al Gobierno del Reino de España, tendente a esclarecer todas sus actuaciones y motivaciones en lo relativo a la intervención de la empresa Mercantil Afinsa, Bienes Tangibles.

Confiamos en que el resultado positivo de estas acciones sea extensible a nuestros compañeros de Fórum Filatélico.

Queridos amigos, termino: los consumidores no somos un ente aislado; formamos parte del ADN que constituye la sociedad civil y todo aquello que defendamos representa y defiende la voz de la ciudadanía.

Nuestro clamor ante las injusticias y nuestra defensa de la verdad y de la libertad, no deben verse como la de un solo individuo que clama en el desierto, porque representamos la lucha de millones de personas por la supremacía de los valores democráticos que permiten blindar un país contra los abusos y los excesos de gobiernos intervencionistas y totalitarios que, bajo la máscara inane de una falsa sonrisa y unas cejas en forma de acentos circunflejos, están acabando con lo más sagrado que los españoles nos dimos hace ya 33 años, cuando España dejó atrás un periodo de su historia para convertirse en una democracia, esto es, nuestra libertad.

Queridos amigos: muchas gracias a todos y, de nuevo, muchas gracias a AUSBANC.

Que tengáis un día estupendo. Disfrutad de la fiesta.